El otro día
de camino al curro
pasé muy cerca de un local
“ASOCIACIÓN AMIGOS DE LOS CASTILLOS”
Y acto seguido
Y sin poder evitarlo
Me imaginé a un hombre
abrazando un castillo
Sus brazos eran de carne y hueso
y los suyos eran de piedra
estaban siempre juntos
eran inseparables
“Puedes contar mis amigos
con las almenas de una torre”
Dijo un día el castillo
Y entonces se largó caminando
Desapareció de repente
Dejando solo a su mejor amigo
Y en su lugar
crecieron ortigas
…
No hay comentarios:
Publicar un comentario