Hace dieciocho años
vimos mis hermanos y yo mismo
cruzar el cielo estrellado
un meteorito de magnitud cinco
Dejaba una estela
como de fuego
y pensamos que se había chocado
en un monte cercano
Me imaginaba un meteorito gigante
ardiendo en el cielo
con un pasajero extraterrestre montado
y saludando desde lejos
Dieciocho años después
leyendo divulgación científica
supe que un meteorito de magnitud cinco
su tamaño real
no excede al tamaño de una cereza grande
Menudo chasco y a la vez
qué alucinante pensar
que a miles de kilómetros
esa cereza brillaba con tanta intensidad
Y entonces un amigo mío
muy pequeño y muy sabio me dijo
que la fricción y
ciertos gases
de las capas más altas de la atmósfera
hicieron el resto
¡Gracias pequeño amigo!
…
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