Hoy no tenía que madrugar
y por eso estaba
tumbado en la cama
por la mañana
mirando a la ventana
Si entornaba los ojos
las rendijas de la persiana
se convertían
en alambre de espinos
de los que ahora están de moda en Europa
Y pensaba yo
que a mí la realidad
no me afectaba para nada
¡Qué iluso!
Pero allí estaba impresa
en mi cerebro
y en mi retina
una realidad
que yo pensaba
que no me afectaba
…
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