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jueves, 22 de octubre de 2015

HERIDAS, MERCROMINA Y BOCATAS DE NOCILLA

Había un lugar
en la cocina
donde nuestra madre
nos curaba las heridas
con mercromina

Recuerdo aquella estancia
iluminada por un sol veraniego
y al fondo
recuerdo un armario de madera

Dentro de aquel armario
había de todo
tiritas
algodón
alcohol
y agua oxigenada

Yo iba con la rodilla pelada
o el codo
o la barbilla
y mi madre
retiraba con esmero

las piedrecitas incrustadas

Lo hacía con suavidad
y con mucho mimo
pero yo me quejaba todo el rato
hasta que por fin me colocaba

una tirita

Acto seguido
me largaba
con mis amigos
y un bocata de nocilla
en la mano

sin despedirme siquiera
de mi madre
mi enfermera


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