Los árboles plantados en las
aceras cambian de color tan rápido
que casi puedo notar gradualmente
su cambio al pasar
Son verdes
y de repente son rojas
y de repente son amarillas
sus hojas
10:25 A.M
He llegado pronto al dentista
y me toca esperar como siempre tirado
en la calle
sentado al sol en un banco
cualquiera
observando el viento
observándolo todo a mi
alrededor
10:30 A.M
Suena una sirena y los alumnos
del instituto más cercano
salen despavoridos con sus
bocatas en la mano
Y un montón de chicas
adolescentes ocupan mi banco
Y se sientan todas sin ningún
pudor a mi lado
Y ocupan el espacio que les
pertenece
Y empiezan a gritar
Y me rodean con estruendo
mientras miro el reloj
Entonces me levanto
10:35 A.M
Aparece una chica nueva en el
grupo
Aparece saltando como una niña
pero sus pechos se balancean como los de una mujer
Arriba y abajo
Sigue siendo una niña con
cuerpo de mujer
10:38 A.M
Me largo pensando en todo
aquello
Y me largo caminando con pasos
lentos de anciano
Me largo para que me hagan un
condenado empaste
y llego puntual
y llego a mi hora
11 A.M
De nuevo escucho la sirena
mientras alguien hurga en mi muela
y entonces me acuerdo del banco
solitario
y de aquella chica
y de sus pechos
y de las hojas que cambian de
color gradualmente
en otoño
Realmente
lo hacen tan rápido
que casi no nos damos cuenta
del cambio
…
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